samedi 18 juin 2011

Quince minutos de Sónar

Llevo toda la mañana con el pie dando golpecitos contra el suelo; siempre al mismo ritmo, uno cada medio segundo. No entiendo porqué. La biblioteca está igual de silenciosa que siempre. Solo rompe la calma el sonido de mi laptop; que no sé si tengo entre manos un portátil o un avión de la Lufthansa.
Y no cesa, pum pum pum pum. Decido dejarle su autonomía, tampoco es que mi 43 moleste a los demás, ni me molesta a mi; pero sí me intriga. No soy de los que tiene el síndrome de la "pateja suelta".
13h, mi estómago me llama la atención: "che, sos belga, es la hora de comer!" (sí, mi estómago tiene acento de la Plata, no pregunten por qué?). Me levanto, guardo mis cosas y me voy. Y al salir de la biblioteca, doy con la razón del frenesí de mi pie derecho. Estoy en el Sonar!

Porque estudiar en la biblioteca del Raval (la de la UB) durante el finde del Sonar, es estudiar DENTRO de un festival. Glastonbury tendrá mil escenarios y el FIB tendrá playa, pero ningún festival tiene un área de estudio incorporado! Chapó señores organizadores.
Es abrirse las puertas automáticas del edificio y ya sentir la ropa vibrar al ritmo de los bajos electrónicos. Es salir del patio y cruzarse con mil festivaleros, mil pulseritas azules, mil Ray Ban Wayfarer. Pieles doradas bajo rubias melenas, tatuajes y barbas de tres días, hipsters y modernas a cascoporro.

Me bajo al Carrefour a comprar un triste sándwich, en la caja me precede un grupo de suecos con 8201 latas de Estrella (approx), me sigue un grupo de británicos patrocinados por Xibeca. La cajera se sorprende al verme con un sándwich y una chocolatina; bajo la cabeza.
No resisto a la tentación de sentarme sobre las escaleras del MACBA, inmerso entre la especie Homus Festivalus. La mía, la que dejé moribunda tras el Primavera Sound y la que espero reencontrar por las playas de Benicassim. Saboreo mi mixto con lechuga al son de lo mejorcito de la música electrónica. Ahora mis dos piernas se mueven, así como mi cabeza, pero ya qué más da, estoy de festival no?

Que el símbolo del Sónar este año sea un € tumbado, es pura mala leche no?*

Es hora ya de volver a laborar. Me esperan informes del Banco Central Europeo, documentos de Think Tanks (el término mola, lo que hacen no tanto) y artículos de profesores de Harvard con un ego tan grande como sus nóminas. Triste vuelta a la realidad. Con la cara desencajada y los brazos caídos.
Al menos ya sé por qué mi pie bailoteaba tanto; mis oídos no percibían el aroma a festival, mis piernas sí. Ya queda poco.


* el trabajo que me tiene secuestrado en la biblioteca es un análisis de la moneda única europea. Ganas de matar = 1000


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