mardi 27 septembre 2011

Sur Le Fil

Ce matin, je me lève de bonne humeur
Le soleil se fraie un chemin entre les rideaux
Les draps blancs m'invitent agréablement à rester en leur compagnie
Je prends congé d'eux, leur donne rendez-vous dans quelques heures
Mon tapis vert, Ikea, réceptionne la plante de mes pieds en douceur
Les enfants de la cours de récréation sous ma fenêtre crient de joie
Leurs éclats de rire me transportent 20 ans dans le passé, je souris
Tout est parfait; même la dose de sucre dans mon café.

Et soudain, j'appuie sur Play
Et mes yeux s'assombrissent, mes muscles se crispent
Des bouffées de chaleur m'envahissent, entrecoupées de frissons qui me déchire l'épiderme
Yann Tiersen commence à maltraiter son violon
Chaque coup d'archet est une aiguille qui vient percer mon espoir
Chaque note stridente me rappelle que la vie a une dette éternelle
Une dette dont l'échéance réside dans mon extrême mélancolie
Sur Le Fil s'intitule la chanson qui noirci le tableau
Le fil de soleil qui avant me réveillait en douceur, maintenant me brûle les pupilles
Les draps blancs m'arrachent la peau
Le tapis vert tourne rouge lorsque celui ci enfonce ses épines dans mes pieds
Les rires des enfants sont devenus des hurlements de douleur et d'horreur
Ils me transportent 10 ans dans le passé, je pleure
Tout est horrible; le sucre blanc a disparu dans mon café.



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mardi 2 août 2011

Alsa Karma

Soy adicto al equilibrio. Si la vida te regala un momento dulce, es que luego hallarás una amarga factura; eso sí, siempre de dimensión similar. Si te da una bofetada, esa misma mano -ni mas grande ni más pequeña- te acariciará posteriormente. Una especie de Karma 2.0 que vive conmigo.
Y así me trató una vez más la vida últimamente. Lo suele hacer a menudo; de hecho y según mi opinión, todos vivimos en un constante ciclo de reajuste, de nivelamiento. Pero esta vez ha sido una de estas en las que dices: "toma ya, un ejemplo de libro", o de blog en este caso.

Me disponía a hacer el viaje Pontevedra - Oviedo en bus; 400km, 6 horas. Para el común de los confortables mortales, una paliza; para un niño cuyos trayectos en autopista de más de 20 horas son un mero trámite, una banalidad.
Pero al subir al autobus Alsa Supra (cito el nombre porque bien se lo merecen) supe que esas horas pasarían volando. El vehículo solo cuenta con tres asientos por cada fila, lo que permite a piernas y brazos gozar de un espacio en el que se podría jugar al padel. Gran insonorización, pantallas cada dos metros (aunque las pelis sean un truño), enchufes en cada asiento, prensa, azafata, tres servicios de comida for free (sí Señor Iberia, for freeeee), equipaje sin límite (sí Señor Ryanair, no limiiiiiiit) y el máximo exponente de la vanguardia y la evolución humana: wifi!
Le pregunto a la dulce azafata (dulce is not "guapa") si podría bajar al maletero para coger mi portátil y al rato me encuentro compartiendo esta experiencia -casi- religiosa con la red de redes.


Todo esto parece sacado de una novela de Marc Levy, todo es perfecto. Irracionalmente perfecto. Una burda realidad que me recuerda que la vida, como Cofidis, no te da nada gratis. Y es que los dos niños sentados a mi izquierda, hasta ahora dormidos, se convertirían en cobradores del frac. Despiertan.

Con su despertar, la vida se convierte en un Mosso d'Esquadra y los gritos de los enanos en porras asesinas. Los guachos revolucionan por completo el, hasta entonces tranquilo, otobus. Gritan, corretean, derraman su CocaCola por el suelo. La azafata ya no sabe qué hacer para reprimirlos educadamente. Lo más desesperante es ver la permisividad de la madre. Sentada a escasos centímetros de la revolución de las trece colonias, ni se inmuta. Mira a lo lejos, completamente aislada en su mundo. Ese mundo que para el resto de viajeros se ha convertido en un infierno. Y así será durante el resto del viaje.


(foto dentro del bus en la que se aprecia claramente mi hartazgo y ganas de matar)


Por suerte, tengo mis cascos nihilistas. Subo el volumen de la playlist del reciente FIB y me pongo a recordar aventuras britanico-castellonenses (a ver si escribo algo sobre esto, que también se merece un post). Lo que sea por no tener que aguantar la personificación del antecristo, por muy angelical que sea su apariencia. Pero sus chillidos pueden con mi música. No hay nada que hacer salvo canalizar mi odio hacia la lata de Aquarius que tengo entre manos.

Una vez más, la vida ha reajustado me felicidad. Todo era demasiado bonito para durar. Estoy condenado al equilibrio.


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samedi 18 juin 2011

Quince minutos de Sónar

Llevo toda la mañana con el pie dando golpecitos contra el suelo; siempre al mismo ritmo, uno cada medio segundo. No entiendo porqué. La biblioteca está igual de silenciosa que siempre. Solo rompe la calma el sonido de mi laptop; que no sé si tengo entre manos un portátil o un avión de la Lufthansa.
Y no cesa, pum pum pum pum. Decido dejarle su autonomía, tampoco es que mi 43 moleste a los demás, ni me molesta a mi; pero sí me intriga. No soy de los que tiene el síndrome de la "pateja suelta".
13h, mi estómago me llama la atención: "che, sos belga, es la hora de comer!" (sí, mi estómago tiene acento de la Plata, no pregunten por qué?). Me levanto, guardo mis cosas y me voy. Y al salir de la biblioteca, doy con la razón del frenesí de mi pie derecho. Estoy en el Sonar!

Porque estudiar en la biblioteca del Raval (la de la UB) durante el finde del Sonar, es estudiar DENTRO de un festival. Glastonbury tendrá mil escenarios y el FIB tendrá playa, pero ningún festival tiene un área de estudio incorporado! Chapó señores organizadores.
Es abrirse las puertas automáticas del edificio y ya sentir la ropa vibrar al ritmo de los bajos electrónicos. Es salir del patio y cruzarse con mil festivaleros, mil pulseritas azules, mil Ray Ban Wayfarer. Pieles doradas bajo rubias melenas, tatuajes y barbas de tres días, hipsters y modernas a cascoporro.

Me bajo al Carrefour a comprar un triste sándwich, en la caja me precede un grupo de suecos con 8201 latas de Estrella (approx), me sigue un grupo de británicos patrocinados por Xibeca. La cajera se sorprende al verme con un sándwich y una chocolatina; bajo la cabeza.
No resisto a la tentación de sentarme sobre las escaleras del MACBA, inmerso entre la especie Homus Festivalus. La mía, la que dejé moribunda tras el Primavera Sound y la que espero reencontrar por las playas de Benicassim. Saboreo mi mixto con lechuga al son de lo mejorcito de la música electrónica. Ahora mis dos piernas se mueven, así como mi cabeza, pero ya qué más da, estoy de festival no?

Que el símbolo del Sónar este año sea un € tumbado, es pura mala leche no?*

Es hora ya de volver a laborar. Me esperan informes del Banco Central Europeo, documentos de Think Tanks (el término mola, lo que hacen no tanto) y artículos de profesores de Harvard con un ego tan grande como sus nóminas. Triste vuelta a la realidad. Con la cara desencajada y los brazos caídos.
Al menos ya sé por qué mi pie bailoteaba tanto; mis oídos no percibían el aroma a festival, mis piernas sí. Ya queda poco.


* el trabajo que me tiene secuestrado en la biblioteca es un análisis de la moneda única europea. Ganas de matar = 1000


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mardi 19 avril 2011

Martell's dead end

- Hi

- Hi

- How you’re doing?

- Fine

- Could you grab me a cigarette?

- Sure, where’s the lighter?

- I think I put it in your trousers

- Ok, where are they?

- Up there

- Ok, here you are

- Cheers. Your lips still taste Martell.

- Obviously. May I ask you something?

- Go ahead

- Will you love me forever?

- Sure, or at least until the dawn comes

- Ok, by the way, my name is Adam

- Patricia, pleased to meet you.


Karen Yasinsky





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jeudi 24 mars 2011

La puerta madera

Ya es primavera en el Corte Inglés y yo metido en la biblioteca. Unos profesores sin escrúpulos me tienen clavado a una silla. Estoy en la sala más grande la biblioteca. Situado al fondo de esta, una ingente cantidad de asientos y mesas se sitúan delante de mi. Acaba con mi perspectiva, una pared blanca. Pared blanca solo manchada por una puerta madera en su centro. No sé qué se encuentra detrás, pero mi interés por averiguarlo ira in crescendo según pasen los minutos.

El interés va aumentando porque esa puerta se está convirtiendo en un agujero negro de diosas. De cada diez ángeles que cruzan la sala, nueve acaban acariciando la manija y se meten ahí dentro. Qué hay tras esos escasos 7 centímetros de madera? Qué puede abducir semejante cantidad de ninfas.

La biblioteca, especialmente la de económicas, está habitualmente poblada de Rihannas y Sara Carboneros. Es decir, supuestas bellezas, supuestamente inteligentes y supuestamente atractivas (tanto "supuesto", suena a Gürtel). Ahí están ellas, con sus Blackberrys con funda rosa siliconada, sus vaqueros hormigonados, sus sweaters estampados con un "University of [introduzca aquí nombre de una ciudad guay que nunca ha visitado y pretenda haber estado ahí de Erasmus] y cara de "jo tía, tengo mogollón de curro pero mi vida es tan genial que no doy a basto, me quedan mil fotos que colgar en Tuenti".

Pero los rayos de luz que atraviesan esa nube tóxica de gloss y textil made in Bershka, son musas que descienden directamente del monte Parnaso. Naturalidad, frescura, aura sin artificios y belleza impoluta. Todas se desplazan con elegancia en un mismo sentido, como un rio de agua cristalina. Todas atraviesan esa puerta que a partir de ahora es mágica. Las niñas miran con recelo y envidia, mientras que las diosas no miran, reparten semillas de amor allá por donde sus pupilas aterrizan.

Basta de intriga. Me levanto y voy a traspasar esa maldita puerta. Quiero salir de una vez de este pozo de dudas. Dejo el portátil, los apuntes, mi botella de agua rellenada. Que se lo lleven todo los novios de las chonis. Me da igual todo. Camino con paso firme hacia la puerta madera. Destapemos el misterio; acabemos con esta deslumbrante obra. Poso mi mano sobre la manija, la giro; y...





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mardi 22 mars 2011

Un día de "merde"

Hoy ha sido un día que no aceptaba otro calificativo que "de mierda". Bueno, lo pongo en francés, que dicen que suena mejor: un día "de merde".

El típico día en que por la mañana, el sillín de tu Bicing está flojo y se baja solo. Tu Bicing de la tarde tiene la tercera marcha bloqueada y asusta al vecindario cuando se te da por frenar. Tu Bicing de la noche... ah, no, por alguna extraña razón, desde Passeig de Gracia hasta Sants, un ser malvado ha decidido llevarse todas las bicicletas. No aparece ni una. Hey... esto qué es? Sí hijo sí, una gota de agua. Y se pone a llover. Obviamente, el paraguas es un lujo que no te puedes permitir y la batería de tu iPod hace rato que se tomó un día de asuntos propios.

El típico día en que me siento más Nick Belane que Don Draper. Estos dos personajes, pese a sus abismales diferencias, tienen en común el alcohol como tabla de salvación. Mi tabla de salvación hoy ha llegado a las 21h55. Estaba en Plaza Catalunya y como si de una botella de Gin se tratara, agarre la escalera mecánica que lleva a la Fnac y me compré el nuevo disco de The Strokes. El alivio fue profundo. La música me evitó cometer una locura. La música me evitó susurrarle a la chica de la Fnac "quieres ir a tomar algo? guapa" y así acabar un día patético de la forma más patética que la sociedad de consumo haya podido crear.

Mi mayor problema es que esta banda no saca un disco por día...




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samedi 5 mars 2011

EP n°14: Lost Page

I lost my page, my book. My library is in flame. Words are flying off like smoke through dirty closed windows. First you blew up my page; then you hid the book. But it was not enough; your villainousness set the library on fire. You destroyed all my references; you threw my memories to a fire place of letters. I’m a white page now. At the mercy of your ink, of your sharpy pen’s point. Your verses will mark my scares; your dots, my bruises; your commas, my tears. I’m an autumn leaf on some damp lawn in London. I’m a sheet filled up with your impulses and whims; a book that will probably die on the top of your library, choked by the unawareness' dust.



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vendredi 25 février 2011

The List

This is an exercice I've tried. Writing a short story with the songs that motivated me during my last exam session. Be kind, I ruined 80% of my neurones with that.

My Friend Dario is Far From Home, like me. But he hasn’t had Post Break Up Sex, like I had. I opened my eyes and said: "Alright girl, you don’t have to go home but you can’t stay here". After a while, I was in Mile End Waiting For My Man. He usually wears Black Gloves and is called Giant Jack. He's going to tell me Who's Got The Crack.


He turned up Out Of Blue from a Treehouse: "I was Watching The Planets" he said. “What the hell are you doing here? This is my Empire; even that JuiceBox is mine!”.


"Take it easy mate, I just Need A Dollar... hey, Do You Read Me?" He was staring at a girl of My Generation, definitely not his. With a perverted look he murmured "I Bet You look Good On The Dance Floor although You Fit But You Know It ".


“Hey, Mister Jack, I'm speaking to you! I need Aco'mow (a-drugs in East London). I don't want to give Teenage Kicks to get it! Ok?!”


“Whoa, no Stress man! If Nobody Moves, Nobody Gets Hurt. Common People like you don't deserve it. I now You Fucking Love it but you need to be a hero to get the crack".


I didn’t insist. Disappointed, I went back home looking forward to the next Time For Heroes; a few months ahead.



To Jun's patience who's still waiting for the songs

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samedi 19 février 2011

Patata Corazón II

Segunda parte de Patata Corazón

Previously on “Patata In Love”: Patata.
Fria. Roce. Amor platónico. Coraje. Declaración. Suspense. Cocinero. Atrapada. Sartén. Intriga.

A nuestra patata se le perlaron los ojos al ver a su pretendiente preso de las garras del cocinero bigotudo. Al cabo de unos segundos, este había desnudado y descuartizado a la patata valiente. La que se quedaba en la cesta, viva, sentía que ella era la que se dirigía al infierno. La idea de vivir sin su amiga le desgarraba el corazón y le pintaba un futuro negro de soledad. Esa sensación fue la que le hizo entender que el amor de la patata valiente era reciproco. No se había dado cuenta hasta el drama, pero ella también sentía verdadero amor por la papa.


La mano del cocinero volvía a la cesta; necesitaba más tubérculos para su tortilla. De repente todo se precipitó. La mano peluda se dirigía hacia una extremidad de la cesta. Nuestra patata desangelada cogió fuerzas de sus lágrimas y se lanzó a por la peluda mano. Esta ya tenía a una inocente patata agarrada pero nuestra heroína, de un fuerte empujón, tomó su sitio. Estaba dispuesta a seguir la senda de su recientemente eclosionado amor.


Y así fue. El despiadado cocinero peló y cortó la patata para tirarla a la sartén. Allí es donde nuestros dos queridos tubérculos se encontraron de nuevo. La recién llegada utilizó sus últimos suspiros para buscar a su amada dentro del campo de muerte en que se había convertido la sartén. Decenas de papas yacían por el amarillo líquido. Al fin la encontró. Esta estaba ya a dos dedos de la cremación, entregada a la muerte. La segunda se abrazó a ella y las dos fenecieron juntas, en un baño de aceite hirviendo, pero con sus corazones latiendo y enmudeciéndose de manera acompasada.


Dead together 26-11-1992 R.I.P.

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vendredi 11 février 2011

Les gracieuses Seven Sisters

Ceci est un texte que j'ai écris il y a bien deux ans et publié sur un autre blog. Récit d'une petite excursion au parc de Seven Sisters dans le comté de Sussex (ENG).

Soixante minutes derrière le pare brise d'un double-deck. Soixante minutes avec à nos côtés un couple anglais dont le mari, The Sun sous le bras, se charge de transformer la conversation en monologue. Cette année, récession oblige, pas de Marbella mais bien une petite cure d'humilité avec ce bon vieux tourisme national. Derrière nous, oh! Surprise. Des touristes espagnols. Ça parle fort, ça rigole mais, une fois n'est pas coutume, le tout dans le respect de l'autochtone. Le groupe d'amies s'éclate en commentant les maisons que nous croisons sur la route. Soixante minutes serpentant les villes et villages que nous offre le comté de Sussex. Peu d'industries, elles semblent toutes s'être concentrées dans la ville portuaire de Newhaven. Le reste, des petits villages qui auraient leur place dans la fable d'Albion. Des côtes et des pentes qui s'enchainent comme s'enchainent soleil, nuages et pluies dans les forecast de la BBC.


Arrivés à Seven Sisters, petite brise patriotique à la vue d'une plaque d'immatriculation rouge et blanche. Nous voilà partis à la recherche de La Manche. Nous retrouverons son châle d'eau bleu turquoise posé délicatement sur ses épaules au ton plus foncé après avoir traversé la vallée. Vallée verte cisaillée par l'écoulement délicat d'une rivière. Après une tentative frustrée de séduction de moutons, nous arrivons sur la plage. Ici, pas de surprise. Mêmes galets que ceux de Brighton. L'option "sable" n'a définitivement pas été cochée pour l'Angleterre lors du big bang. Nous décidons de prendre de la hauteur pour trouver une vue globale du parc de Seven Sisters. Et c'est bien depuis les hauteurs de ses collines que le parc prend toute son envergure. Les vues sont imprenables, grandioses. À notre droite, des collines vallonnées ressemblant au haut d'un plat de spaghettis. Devant nous, le plat de pâtes a été coupé sec par le manque de scrupules d'une hache laissant place au reste de l'assiette bleue. À gauche, l'étendue d'eau où l'horizon prend toute la dimension de sa définition. Ce qui nous marque le plus, c'est cette coupure entre collines et mer. Comme un point final. Un nouveau chapitre, un nouveau livre. Seule transition entre l'eau et les rochers, les pierres noires qui forment la plage. Élément de transition, de médiation. Pacificateur entre deux forces de la nature. Pierres qui obligent la mer à se calmer, à ralentir pour ne pas frapper et blesser les pieds des collines. Pierres qui évitent que les géants de roche blanche ne laissent tomber leurs rocs directement sur le tissu bleu au risque de le froisser.


"Brighton aura été une transition pour la suite" me souffle mon cher bro Gil. Et si Brighton était cette plage noire?

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jeudi 10 février 2011

Le Poil Blanc

Ce matin, le chiffonnement d’un papier m’a réveillé. C’était ma joue qui écrasait une feuille située sur mon oreiller. Mon intrigue est devenue effroi quand j’ai découvert que le bout de papier était cloué à l’oreiller avec un poignard. C’était une lettre avec une photo ; je les expose ci-dessous.

Cher David,
Je suis le poil blanc de ta barbe et ceci est un ultimatum. Je m’exprime au nom de l’APBE (Association des Poils Blancs Exilés). J’ACCUSE, les autres poils de m’imposer une ségrégation qui transforme ma vie en un enfer. J’en ai marre de l’apartheid auquel je suis soumis. Chaque jour, je me réveille entouré de poils noirs, chaque jour plus grand et plus hargneux. Ils me regardent mal, m’insultent, me chantent des chansons de Tribal King.
Si des mesures ne sont pas prises pour remédier à cette situation d’abus de position dominante, j’annonce des représailles. Je promets que si rien ne change, je me reproduirai afin d’envahir chaque parcelle de ta mâchoire ; je signerai un pacte avec les deux cheveux blancs disposé sur ton crâne pour, ensemble, donner naissance à un mouvement révolutionnaire avec pour objectif, l’instauration d’un Reich de 1000 ans sur toute ton anatomie. Ci-joint, tu trouveras une photo afin que tu puisses apprécier la situation démographique dans laquelle je me trouve. J’exige la protection diplomatique, un futur meilleur et 42 billions d’euros en billets de 5 et 10.

À bon entendeur, salut.

Le Poil Blanc de ta barbe.



Oui mes amis, j’étais aussi surpris que vous. Je me suis levé, dirigé vers la salle de bain et, effectivement, le poil blanc rebelle était bien là. Sur un ton conciliateur, je lui ai expliqué que je comprenais sa préoccupation ; qu’hier j’ai vécu la même expérience dans une discothèque latino-américaine : entre salsa, reggaeton et autres, je me sentais comme lui entre tous ces poils durs et noirs. Je lui ai annoncé que j’analyserai ses exigences, que je ferai tout mon possible afin de trouver une solution pacifique au conflit. Mais Gillette Mach 3 a débarqué et tué toute négociation. Ainsi va la vie mes amis, il faut couper court à toute tentative de révolution ; comme me l’a susurré mon cher Mubarak (adulé Président d’Egipte).

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mardi 8 février 2011

Patata Corazón

Esta es la historia de una patata con forma de corazón.
Nació con forma de puño cerrado, pero el roce con la patata situada a su lado en la cesta le fue cambiando su aspecto. Al principio, era reacia a todo contacto. Un puño de acero. Una piedra fría. Pero con el tiempo, esa piedra, por entonces verde, empezó a ablandarse. Su color tornó rosado y sus días se acortaron. Las horas pasaban volando cuando la patata de sus sueños se mostraba propensa a conversar. Nuestra querida papa se olvidaba de que creció enterrada, de que su juventud la pasó de un lado para otro, sacudida, golpeada, manoseada. Junto a su amada, el pasado parecía no tener ayer y el futuro se conjugaba en presente.

El 26 de noviembre de 1992, la patata adoptó su forma definitiva; la de un corazón. Esa era su manera de declararle su amor a su vecina. Esta se emocionó y se quedó un momento callada. Al coger su respiración para darle contestación a la patata valiente, una mano se acercó a la cesta. Los dedos fríos e insulsos palparon un par de tubérculos antes de atrapar a nuestra patata romántica. Esta se levantó por los aires, abandonado el que fuera hasta entonces su paraíso artificial. El cocinero bigotudo y de panza hinchada le arrancó la piel a cuchillazos para acabar haciéndola pedazos. Nuestra querida patata pensaba que su último gran salto sería el de declararle su amor a su querida; pero resulta que su último salto sería a una sartén.

Y nunca sabremos lo que a punto estuvo de contestarle su amada antes de la tragedia.


Patata Corazón R.I.P. (1992-1992)

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dimanche 30 janvier 2011

La Cana

Esta mañana, me ha despertado el ruido de un papel estrujado. Era mi mejía mejilla que, al girar la cabeza, estaba aplastado un folio colocado sobre mi almohada. Mi intriga se convirtió en espanto al descubrir que el folio estaba clavado en la almohada con un puñal. Era una carta con una foto adjunta; ambas quedan aquí expuestas.

Estimado David,
Soy la cana de tu barba y esto es un ultimátum. Hablo en nombre de la ACE (Asociación de Canas Exiliadas). Estoy harta del apartheid al que estoy sometida. La segregación impuesta por los demás pelos de tu barba convierte mi vida en un infierno. Cada día despierto rodeada de pelos negros cada vez más altos y rudos. Me miran mal, me insultan, me cantan canciones de Miguel Bosé.
Si no tomas medidas para remediar a esta situación de abuso de posición dominante, prometo represalias. Prometo autoinseminarme para reproducirme e invadir con mis hijas, cada parcela de tu mandíbula. Prometo que si no hay cambios, firmaré una alianza con las dos canas de tu pelo y juntas crearemos un movimiento revolucionario para instaurar El Reich de 1000 Años por toda tu anatomía. Te adjunto una foto para que veas la situación demográfica en la que me hallo. Exijo protección diplomática, un futuro mejor y 42 trillones de euros en billetes de 5 y 10.

Ya sabes a lo que atenerte, atentamente

La Cana de tu barba.




Sí amigos, se me quedó la cara igual que a vosotros. Me levanté, fui al baño y efectivamente, ahí estaba la cana revolucionaria. Con un tono conciliador, le expliqué que entendía su situación, que ayer me pasó lo mismo en una discoteca latina; entre reggaetón, bachata y salsa me sentía como ella entre tanto pelo tosco y negro. Le dije que sopesaría sus exigencias, que haría lo que fuera para encontrarle una solución pacífica al conflicto. Pero vino Gillette Mach 3 y acabó con la negociación. Así es amigos, las revoluciones hay que cortarlas por lo sano, como dijo mi querido Mubarak (el idolatrado Presidente de Egipto).

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vendredi 28 janvier 2011

Y qué hago hoy?

“Qué hago hoy?” Hacía más de un mes que no me hacía esa pregunta. Hoy cuando he despertado, he visto un descampado; la perspectiva se perdía en campos de tierra fértil esperando a que plantase alguna semilla de actividad. Hasta hoy, cuando despertaba, ante mí se encontraban kilómetros de vías de tren. Un camino marcado. Poca elección. Ducha; café; galletas María; prensa; Facebook (subir mi canción motivadora del día); Bicing; biblioteca. Todo ello en un bucle que duró un mes. Y hoy, estoy perdido, desorientado. Me hago la pregunta del principio y mi única respuesta es un encogimiento de hombros. Por primera vez en cuatro semanas puedo decir “no sé”. Me permito el lujo de desayunar sentado en el sofá; de ver lo que queda de día como un caracol en una autopista.

Quedan dos semanas de no hacer res de res. Aunque ya suenen los tambores de las obligaciones, es momento de darle al mute. Momento de acabar ese libro empezado justo antes de la sesión de exámenes; de pulir ese poema sanguinario; de rematar ese dibujo. Pero serán también dos semanas viviendo con la angustia de las notas. Por cierto, la forma de publicar las notas se merece un apartado.

Internet ha servido de mucho a nosotros, estudiantes. Pero también nos la ha metido bien doblá. Y es que antes, se reservaba un día para ir a ver las notas: “Tal día, se colgarán las notas en el tablón de información de la facultad.” Pero hoy sólo te dicen “algún día de estos, se colgarán las notas en la web”. ALGUNO DE ESTOS DÍAS. Esa formulación es la gangrena de nuestra paciencia. Es Satanás en un cuadro de Malevitch; todo abstracción, pero todo bilis. Mi dedo está cansado ya de darle a refresh para ver si se ha colgado algo. Es como caminar de noche por algún barrio chungo de Bruselas, te pueden dar en cualquier momento y de cualquier forma; voy con las nalgas prietas y los puños socialistas. Sin olvidarnos de los típicos bromistas que lanzan bombas de tipo “chicos, ya están las notas de xxxx en la web”, generando esperanza, miedo, pánico, angustia y al final, odio y ganas de venganza.

Señores dirigentes de facultades universitarias, abandonad ya ese sistema de publicación de resultados; lo único que hacen es quitarnos cinco años de vida por el estado de estrés constante con el que nos obliga a vivir. Podrán cargar con ello sobre su conciencia?

Mientras tanto, voy a seguir no haciendo nada.


"En ocasiones, veo bibliotecas"

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mardi 25 janvier 2011

Tres días to freedom

Ya solo queda uno. Un examen más para terminar y poner punto y final a este tiempo para héroes. Tres días más de estudio. La verdad es que siento mi energía desaparecer como el agua de un embalse en pleno verano. Ya todo se hace por inercia. He desarrollado un brazo nadalesco por la cantidad de páginas que llevo escritas. He matado mi tercer boli bic del año. Ya tengo contacto más que visual con mis compañeros de biblioteca; al fin y al cabo, paso más tiempo con ellos que con mi propia sombra.

En el examen de hoy, han intentado torpedear nuestro moral con preguntas malvadas. A mi ya no me sorprende. Si algo he aprendido de esta sesión, es que hay que estudiarse hasta el código de barras del cuaderno en el que tomamos los apuntes. Porque si te dejas una transparencia a medias, ya sea porque ese día en clase, la mitad ya se había ido de vacaciones, o por que es el anexo de un anexo de una paréntesis de un ejemplo; hay que conocerlo todo, porque el cuerpo profesoral estará siempre ahí para meter el dedo donde duele.

Intentaré encarar estos tres últimos días como la última etapa de mi Camino de Santiago (relato, aquí). No podía más, mis zapatillas pedían jubilación y Santiago estaba a 70km; pero Time For Heroes retumbó en mis oídos, en mi depósito vacío de fuerzas y el camino se hizo cuesta abajo. Quedan tres días, tres días para la libertad condicional.



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dimanche 23 janvier 2011

Ich bin ein empollón !

Recuerdo el día en que un miembro del jurado de mi Trabajo de Fin de Estudio me dijo "no hay nada peor que un blog inactivo". Él era periodista especializado en nuevas tecnologías (mi trabajo trataba sobre el impacto de internet en la prensa tradicional). Creo que si hoy veía el estado de mi blog, pediría revisar la nota que me puso entonces. Lo tengo en Facebook, más me vale ser discreto. Publicaré en medio de la noche, discreto, furtivo, Ben Ali’s style. Tanta calma en las memorias de Edgar se debe a mi tortuosa e interminable sesión de exámenes. El día 27 de enero será el día de la liberación, será mi agosto 1944, será el día en que mis dilatadas pupilas alumbren Barcelona.

Para estos exámenes he decidido imitar los países europeos en los noventa. En aquella época, el Euro no existía; cada país tenía su propia moneda y estos veían sus respectivos valores fluctuar a lo loco (un poco así como los decibelios en un programa de Telecinco). Salvo Alemania, todos los países eran malos alumnos en cuanto a estabilidad financiera. Un día, a alguien se le ocurrió vincular esas monedas al Marco Alemán, para así ir a rebufo e importar su solidez y estabilidad. Fenómenos de mecanismos de transmisión e interdependencia entre las economías modernas (efectivamente y sí, tengo examen en un par de días).

"David por dios ! deja de dar la barra ; que pareces Punset después de haber desayunado con Rodrigo Rato !" Bueno, pues doy la barra con esto porque es la razón por la que hasta el día 22, todavía no había publicado nada en mi página. Para esta sesión de exámenes, he decidido emular las viejas monedas europeas. He vinculado mi actividad a Alemania. He configurado mis horarios de estudio anclándolos a los de una compañera de Máster alemana. Así, he adoptado la disciplina, la obstinación y el desalmado rigor teutón. Es duro, pero es lo mejor en cuanto a productividad. Ello se traduce en sesiones de 9 a 20h en la biblioteca con 30 minutos de descanso para comer un mísero sándwich (ojalá fuera un bocata!) en el siberiano frío “ravalero”. En la vida había pasado tantas horas estudiando; hasta me he atrevido con dudosas substancias filipinas para aguantar el tirón y mis nalgas, le han pedido matrimonio a las patas de una de las sillas de la biblioteca del Macba.

"Creo que incluso podríamos empezar a estudiar de noche"

Lo único que me preocupa de todo esta germanisation, es que ahora quiero un VW, un jardín para poder comprar herramientas Bosh Bosch e incluso Angela Merkel me empieza a parecer atractiva. Por suerte, en un par de días volveré a Bruselas para recuperar algo de mi belgitud perdida.

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samedi 22 janvier 2011

Ich bin ein NERD

Je me souviens encore quand le lecteur de mon Travail de Fin d'Études (journaliste spécialisé dans les nouvelles technologies) me disait qu'il n'y avait rien de pire qu'un blog inactif. S'il voyait l'état du miens, il demanderait à réviser ma note. Je l'ai sur Facebook, j'ai intérêt à rester discret. Je vais publier au milieu de la nuit. Je me sens Ben Ali là.

Tant de calme du côté des mémoires d'Edgar est la conséquence d'une session d'examens pénible et interminable. Le 27 janvier sera le jour de la délivrance; le jour ou la nuit sera éclairée par mes pupilles dilatées.

Pour ces exams, j'ai décidé d'imiter les pays européens dans les 90's. À cette époque, l'Euro n'existait pas encore. Chaque pays ayant se propre monnaie, celles-ci fluctuaient de manière plus ou moins aléatoire. Hormis l'Allemange, tous les pays étaient de mauvais élèves de la stabilité monétaire. Une inflation enflammée, des taux de changes qui changeaient à chaque JT. Pas bon tout ça. Un jours, quelqu'un a eu la brillante idée de fixer la valeur des monnaies européennes au Deutschemark allemand. Celle-ci étant stable et solide, elle transmettrait cette solidité aux autres. Phénomène des mécanismes de transmissions et d'interdépendance économique.

"David, qu'est-ce que tu nous emmerdes avec ton charabia à la Zemmour?!". Et bien je débite tout ça car c'est la raison pour laquelle le 22 janvier, je n'ai toujours rien publié. En effet, pour cette session d'examen, j'ai décidé de faire comme les francs belge, français ou autres pesetas. J'ai lié mon activité à l'Allemagne. En gros, j'ai configuré mes horaires d'études en fonction de ceux d'une camarade de Master allemande. J'ai ainsi adopté la discipline, l'acharnement et l'impitoyable rigueur du pays teuton. Ces violent, mais niveau productivité, y'a pas mieux. Cela donne des sessions 9-20h à la bibliothèque avec 30 minutes de pause. Je n'ai jamais passé autant d'heures à l'études; j'ai même gouté des boissons énergisantes filipines pour trouver de la force et mes fesses ont passé la bague aux pattes d'une des chaises de la biblio.

"je vais peut-être devoir commencer à étudier la nuit aussi..."

La seule chose qui me préoccupe dans tout ça, c'est que maintenant je veux une VW, un jardin pour pouvoir acheter des outils Bosh Bosch et je commence à trouver Angela Merkel séduisante. Heureusement, d'ici peu je retourne à Bruxelles pour regagner un peu de ma belgitude perdue.

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