
Las puertas del Lidl cada vez se abren más tarde
Esto qué es? Una metáfora para denunciar el estado del mercado laboral? Donde cada vez se contrata menos, se prefiere exprimir hasta la última gota de sudor de un empleado, antes que irse a por alguien en infojobs?
Una metáfora para denunciar la política de inmigración de la Unión Europea? Donde cada vez se ponen más trabas a la acogidas de trabajadores; donde cada vez se cierran más las puertas para los que no forman parte de este moderno (en el sentido peyorativo de la palabra) club de 27 encorbatados?
Una metáfora para la historia de un romance tormentoso? En la que el Lidl resulta ser el corazón de una chica. Ese corazón está empobrecido por las miserias, se siente triste, temeroso de que lo atraquen. Por eso es tan reticente a la idea de abrir sus puertas a un desconocido. Pero ese desconocido no cesa en su empeño de poder hacer sus compras dentro; porque su amor es puro y sincero. Insiste, pero las puertas difícilmente se abren.
Pues no. "Las puertas del Lidl cada vez se abren más tarde" fue la reflexión que me he hecho hoy al salir del supermercado. Caminaba yo decidido hacia el pórtico automático cuando mis ojos apercibían - no sin algo de pánico- que este permanecía cerrado según me iba acercando. Mi inercia ya no se podía parar. El choque iba a ser frontal e irrisorio. Hice ademán de pararme cuando de repente... Sésamo se abrió. El peso de la humillación alzó el vuelo y me dejó libre, caminando feliz con mis bolsas llenas de productos baratos.
Eso sí, cada vez se abren más tarde. Un día, el impacto será ineludible. Ese día, el bar de enfrente se tomará una tapa de risa a mi costa. La tierra no me tragará y quedaré como el Madrid en octavos... ridículo.
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