Me apetecía escribir. Simplemente escribir. Sin saber sobre qué. Este texto es un pan recién sacado del horno. No sé si estará bastante cocido, quemado, demasiada levadura. No sé nada. Por no saber, no sé ni de lo que voy hablar dentro de tres líneas. Este texto estará lleno de faltas, de ortografía y de estilo, de punctuación y de gramática. Cuando acabe de redactar, le daré a "Publicar" sin repasar lo que acabo de escribir. Vulneraré la primera ley de todo escritor y/o periodista (sí, a veces son la misma persona... a veces). Me da igual. Hoy Barcelona está cubierta por nubes. No es un día normal. Pues este tocho tampoco lo será. Solo sé que quiero ejercitar mis dedos sobre este teclado Logitech.
Por cierto, sabéis por qué escribo sobre un teclado inalámbrico? Hace más de un año, organicé una quedada Erasmus en mi casa, en Bruselas. Durante las noches de fiesta, había dispuesto mi laptop fuera del alcance de copas y otras botellas. Pues resulta que el portátil no estaba lo suficientemente alejado y alguien - me acuerdo muy bien de quién era, lo que no sé, es si era yo u otra persona - se dio el gustazo de derramar... agua (dejémoslo en agua) sobre mi, hasta entonces, inmaculado Acer. A partir de ese momento no me acuerdo de gran cosa.
El tren de la memoria vuelve a las vías al día siguiente. Cuando abro el portátil y siento un "crack". El teclado parece el suelo de un Burger King. Mis dedos se quedan pegados a cada letra. Sí, suena muy poético pero en ese momento, la única poesia que pasaba por mi cabeza era "Los Dos Minutos del Odio" de Orwell. Al principio no se enciende. Como para el artículo sobre mi iPod en un anterior post, contemplé mi vida en diapositivas. Después de un buen rato intentándolo, arrancó. Ahora, es la zona oeste del teclado quien no quiere despertar. Eso da lugar a una escena muy Monty, ahí estaba yo con un secador de pelo, haciéndole el brushing a mi querido Aspire 5672WLMi (el "i" se lo han puesto por "inteligente" parece, no por "impermeable"...). Esa tarde, teníamos previsto ir a Amsterdam hasta la noche siguiente. Así que me fui, dejando mi húmedo y ébrio laptop secando en medio del salón. En Amsterdam, he de reconocer que me acordé más bien poco de aquel acontecimiento. Estaba más ocupado digiriendo mi primer Malevitch (museo VanGogh) y unos postres típicos de la zona del triple X. Unos quesos muy ricos (bueno... vale, no eran quesos, pero estaban muy ricos igualmente).
Al llegar de nuevo a Bruselas me enfrenté a mi pesadilla. Consigo entrar la clave para acceder a Windows Vista (te odio). Bien! Todo parece funccionar pese al olor a satanás que se escapa del disco duro (Satanás es el nombre de un alcool traído directamente desde Israel). Abro Word para probar todas las letras. Empiezo. A Z E R T... hasta llegar a... OH NO!!! DIOS MÍO!!! DRAMA!!! TRAGEDIA!!!! Los niños y las mujeres primero!!! No hay chalecos salvavidas suficientes!!! Hay que mandar a Bruce Willis a destruir ese meteorito!!! Donde está Chuck Norris?!!! WTF!!!

El final... después de la publicidad :)
Por cierto, sabéis por qué escribo sobre un teclado inalámbrico? Hace más de un año, organicé una quedada Erasmus en mi casa, en Bruselas. Durante las noches de fiesta, había dispuesto mi laptop fuera del alcance de copas y otras botellas. Pues resulta que el portátil no estaba lo suficientemente alejado y alguien - me acuerdo muy bien de quién era, lo que no sé, es si era yo u otra persona - se dio el gustazo de derramar... agua (dejémoslo en agua) sobre mi, hasta entonces, inmaculado Acer. A partir de ese momento no me acuerdo de gran cosa.
El tren de la memoria vuelve a las vías al día siguiente. Cuando abro el portátil y siento un "crack". El teclado parece el suelo de un Burger King. Mis dedos se quedan pegados a cada letra. Sí, suena muy poético pero en ese momento, la única poesia que pasaba por mi cabeza era "Los Dos Minutos del Odio" de Orwell. Al principio no se enciende. Como para el artículo sobre mi iPod en un anterior post, contemplé mi vida en diapositivas. Después de un buen rato intentándolo, arrancó. Ahora, es la zona oeste del teclado quien no quiere despertar. Eso da lugar a una escena muy Monty, ahí estaba yo con un secador de pelo, haciéndole el brushing a mi querido Aspire 5672WLMi (el "i" se lo han puesto por "inteligente" parece, no por "impermeable"...). Esa tarde, teníamos previsto ir a Amsterdam hasta la noche siguiente. Así que me fui, dejando mi húmedo y ébrio laptop secando en medio del salón. En Amsterdam, he de reconocer que me acordé más bien poco de aquel acontecimiento. Estaba más ocupado digiriendo mi primer Malevitch (museo VanGogh) y unos postres típicos de la zona del triple X. Unos quesos muy ricos (bueno... vale, no eran quesos, pero estaban muy ricos igualmente).
Al llegar de nuevo a Bruselas me enfrenté a mi pesadilla. Consigo entrar la clave para acceder a Windows Vista (te odio). Bien! Todo parece funccionar pese al olor a satanás que se escapa del disco duro (Satanás es el nombre de un alcool traído directamente desde Israel). Abro Word para probar todas las letras. Empiezo. A Z E R T... hasta llegar a... OH NO!!! DIOS MÍO!!! DRAMA!!! TRAGEDIA!!!! Los niños y las mujeres primero!!! No hay chalecos salvavidas suficientes!!! Hay que mandar a Bruce Willis a destruir ese meteorito!!! Donde está Chuck Norris?!!! WTF!!!

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jaja, y la H se había quedado vegetaaaaal!!ay my god!!! Sí sí, vegetal, de esos que sabes que nunca van a despertar de un coma pero que no los puedes matar y los dejas en la sala más mierdenta del hospital, donde el Dr House verá la tele y jugará al pinpon con su querido amigo el doctor wilson...
RépondreSupprimer(me aburro. Mucho)
Te diré que esa misma escena la he vivido sobria y no en mi ordenador portátil (lo que tu llamas laptop). Ver como las teclas se van deformando, sale humo, y lo contemplas atónita sin poder reaccionar... no tiene precio.
RépondreSupprimerEso sí, lo de ver deformar las teclas moló un montón!!!!
QUE DIOS BENDIGA A ACER!!!!!!!!, espero que no te tenga que recordar que le pasó a cierta persona hace ya casi dos años con su tacita de te...............y su hasta ese momento preciado mac...........
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