"Debe usted cambiar de empleo señor!" No me sorprendió ya que era el diagnóstico al que me esperaba con resignación. Tantos años como guardián de Morfeo y calentador de pies no podían ser buenos para mi salud. Bizanzio el doctor me lo hizo entender bien claro: "una noche más de trabajo y pasará usted a ser guardián de cementerio". He de decir que los años se sufren mucho en mi profesión. Patadas día si, día también, caídas vertiginosas de más de 40 centímetros, asfixias frecuentes, etc. Perdimos la cuenta de los compañeros de trabajo que decidieron ir hacia la luz con su propio pié. Muchos que prefirieron visitar a San Pedro tirándose desde lo alto de la estantería antes que seguir soportando las miserias de nuestra profesión.
No quiero acabar como ellos. Quiero disfrutar de una juvilación tranquila, sin sobresaltos. Recibir cada tarde las caricias de la puesta del sol. Vivir despertares suaves con el dulce sonido de Cat Power y no con patadas.
Ayer por la noche, decidí lanzarme. Miré el dueño del lugar a los ojos y le exigí mi traslado:
- No puedo más, esto no puede seguir así. Me lo ordenó Bizanzio. Os pido que, o bien me traslade al norte o me eche de su reino.
- Al norte? se asombró el jefe. Porqué querer pasar de los pies a la cabecera de la cama?
- Puessss digamos que trabajar para los pies es como estar en una mina asturiana, y la cabeza, pues sería un puesto en la Moncloa. Ademas, creo que merezco este reconocimiento tras tantos años de buenos servicios. No quiero acabar como Tripichular el conejito, Tituso el mapache o Cándida la vaca, todos ahora en el paraíso de los peluches (salvo Tituso, que era cabroncete y fue al infierno).
El jefe es una buena persona, accedió a mi petición. No sin antes pedirme algo a cambio. Quiere que ponga en marcha un blog contando mis ideas, pensamientos, mis experiencias como guardian de camas y sueños. Un blog que sería destinado a los peluches del mundo para mejorar su calidad de vida. Las recetas publicitarias del blog se destinarían a la contratación de jovenes peluches para el pie de cama. Jovenes peluches un poco masoquistas eso sí (candidatos, mandad vuestro curriculum aquí).
Una lagrima se desprendió de mis húmedos ojos cuando, acompañado de mi maleta de cartón, abandoné la estación sur de Lo Monaco City. Y es que me da pena despedirme de Rigoberto. Un oso de tamaño desproporcionado con su corta edad. Un osito un poco patoso directamente llegado de la Bed Keepers High School, con quien me lié de amistad. Ya os hablaré de él algun día. Pero bueno, pasemos a cosas más alegres. Ahora controlo la habitación de mi jefe desde mi despacho situado junto a la almohada. Ya tengo las gafacas de sol, mañana me llega el aiFón. Estoy listo para la vida de directivo. Empiezan las vacaciones!

No quiero acabar como ellos. Quiero disfrutar de una juvilación tranquila, sin sobresaltos. Recibir cada tarde las caricias de la puesta del sol. Vivir despertares suaves con el dulce sonido de Cat Power y no con patadas.
Ayer por la noche, decidí lanzarme. Miré el dueño del lugar a los ojos y le exigí mi traslado:
- No puedo más, esto no puede seguir así. Me lo ordenó Bizanzio. Os pido que, o bien me traslade al norte o me eche de su reino.
- Al norte? se asombró el jefe. Porqué querer pasar de los pies a la cabecera de la cama?
- Puessss digamos que trabajar para los pies es como estar en una mina asturiana, y la cabeza, pues sería un puesto en la Moncloa. Ademas, creo que merezco este reconocimiento tras tantos años de buenos servicios. No quiero acabar como Tripichular el conejito, Tituso el mapache o Cándida la vaca, todos ahora en el paraíso de los peluches (salvo Tituso, que era cabroncete y fue al infierno).
El jefe es una buena persona, accedió a mi petición. No sin antes pedirme algo a cambio. Quiere que ponga en marcha un blog contando mis ideas, pensamientos, mis experiencias como guardian de camas y sueños. Un blog que sería destinado a los peluches del mundo para mejorar su calidad de vida. Las recetas publicitarias del blog se destinarían a la contratación de jovenes peluches para el pie de cama. Jovenes peluches un poco masoquistas eso sí (candidatos, mandad vuestro curriculum aquí).
Una lagrima se desprendió de mis húmedos ojos cuando, acompañado de mi maleta de cartón, abandoné la estación sur de Lo Monaco City. Y es que me da pena despedirme de Rigoberto. Un oso de tamaño desproporcionado con su corta edad. Un osito un poco patoso directamente llegado de la Bed Keepers High School, con quien me lié de amistad. Ya os hablaré de él algun día. Pero bueno, pasemos a cosas más alegres. Ahora controlo la habitación de mi jefe desde mi despacho situado junto a la almohada. Ya tengo las gafacas de sol, mañana me llega el aiFón. Estoy listo para la vida de directivo. Empiezan las vacaciones!

Hola!!! buenas noches, me llamo belgium bear, y me dirijo a usted para revelarle un testimonio y denunciar algo que no estoy seguro de si es acoso sexual. Cuando comencé mi trabajo, tuve un largo traslado,yo soy belga, pero realmente mi primer trabajo fue en valencia, las cosas empezaron bien fue un trabajo corto pero bien remunerado y para mi traslado pude contar con un maravilloso viaje en avión mediante la compañía aérea Iberia. Me trasladaron a Asturias, y me encontré con 2 compañeros, pero para mi sorpresa, mi jefa me dió el puesto de presidente en el cabecero de la cama
RépondreSupprimernada mas llegar, me dio un imprendible corazón y todo inmejorable. Pero aqui llega la cuestión, durante el día todo bien, cumplo mi trabajo con rigurosidad, y mi jefa es paciente y atenta. Pero cuando cae la noche.............aqui es cuando llegan los problemas, me mete en su cama, y me abraza!!!!!!! a veces incluso, durante toda la noche!!!!!!!! a mi un oso de mundo, hecho para decorar!!!!!!!!!! no se que hacer, si puede darme alguna idea para solucionarlo, se lo agradecería, si no, en breves días le adjuntaré mi curriculum. Atentamente. Belgium Bear.